miércoles, 30 de mayo de 2012

"La patronal y el Estado ya se pueden ir preparando porque vamos a por ellos y sus privilegios". Entrevista a Lluís Rodríguez del ICEA

En el nº60 del periódico Contramarcha (mayo de 2012) -órgano de expresión de la Sección Sindical de Metro en Madrid del Sindicato Solidaridad Obrera-, se ha publicado una entrevista al miembro de ICEA, Lluís Rodríguez. Por razones de espacio se publicó solamente una parte de la entrevista en la edición en papel, por lo que a continuación ofrecemos la versión completa de la misma.

Contramarcha- Primero haznos una pequeña presentación tuya, contándonos a que te dedicas y qué es eso del ICEA.

Lluís- Pues bien, me llamo Lluís Rodríguez Algans, nací en la capital de una bonita comarca del norte de Catalunya (Figueres, 1980) y desde hace unos años vivo y trabajo en Barcelona. Soy economista y me estoy especializando académicamente en economía y sociología laboral. Políticamente me considero anarquista y como trabajador estoy afiliado desde hace una década a la central anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo (CNT). En el plano profesional, actualmente tengo la suerte de trabajar como economista asesor laboral en apoyo a trabajadores y trabajadoras. en la lucha por mejorar nuestras condiciones de trabajo y vida, así como para enfrentarnos a quienes quieren hacernos pagar las consecuencias de esta dura crisis.




Respecto al ICEA, decir que esta combinación de factores -académicos, profesionales, ideológicos y militantes- nos llevó en 2008, a mi y a otros compañeros economistas de la CNT, a impulsar una entidad cultural para desarrollar nuestras inquietudes culturales e investigadoras que difícilmente podían tener cabida en la universidad actual. A esta entidad decidimos llamarla Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA), recuperando la actividad y finalidades de una entidad que había realizado una función parecida entre las clases trabajadoras de Barcelona entre 1931 y 1939. Así pues, en el ICEA tratamos de profundizar en el análisis y estudio de la situación económica y social que nos rodea, así como plantear y divulgar alternativas libertarias y autogestionarias -sistémicas- al capitalismo y al Estado. También entra dentro de nuestros objetivos tratar de consolidarnos como un laboratorio de ideas en política económica, laboral y social desde una perspectiva libertaria y tendente a implantar la autogestión obrera y social. Apuntar que la entidad pretende ser abierta a las clases trabajadoras y la sociedad, por lo que se puede asociar quien lo desee y participar de las actividades que impulsamos.

C- ¿Cuál es la misión de un economista en la CNT?

Ll- Creo que por un lado, como cualquier otro militante, aportar dentro de mis posibilidades para reforzar las luchas y el crecimiento del sindicato con la experiencia que pueda tener. Por otro lado, como profesional, realizar un trabajo adaptado a cubrir las necesidades que puedan tener los militantes, secciones sindicales y comités, a la par que promover las tácticas y finalidades del sindicato como organización revolucionaria que es.

Esta tarea en el contexto actual de crisis y recortes es todo un reto, puesto que los acuerdos y la acción sindical anarcosindicalista suponen una acción ofensiva y no defensiva. Así mismo estos acuerdos y acción sindical siempre van por delante de cualquier perspectiva técnica y en todo caso nuestro Gabinete Técnico Confederal trata de abordar, desde una perspectiva interdisciplinar -jurídica, sociológica y económica- un trabajo en equipo para la cobertura y apoyo a la ofensiva de estos objetivos, no al revés. Es común en los sindicatos oficiales -también en los alternativos- la subordinación de la acción sindical a prácticas jurídicas y económicas restrictivas, menos arriesgadas y más cómodas para el profesional -abogado o economista-, también más acordes con una política negociadora conservadora y pactista. Por poner algún ejemplo, el apoyo técnico a la acción directa de la CNT se puede concretar en medir y amplificar el impacto socioeconómico de un conflicto laboral con boicot o huelga, anticipándose a las múltiples -muchas veces ilegales- estrategias empresariales para minimizarla y debilitar a los trabajadores, tarea ésta de los economistas y asesores empresariales. Otro ejemplo es, en el actual contexto de reestructuraciones, empresas y administraciones en crisis, apoyar la implementación de una política sindical de lucha total contra los despidos y recortes. En este campo es precisamente donde la CNT tiene uno de sus mejores activos. La CNT por sus acuerdos y praxis tiene la capacidad de establecer esa imprescindible conexión entre reivindicación y autogestión. Se trata de plantear las negociaciones sobre el empeoramiento de las condiciones de trabajo o despidos masivos, en términos amplios de viabilidad económica -también social-, control obrero-sindical para los servicios públicos, y si hace falta de expropiación o recuperación de empresas con cooperativización autogestionada (“si no nos podemos emplear todos/as ya nos repartiremos nosotros/as el trabajo”). Esto supone que la patronal y el Estado ya se pueden ir preparando porqué vamos a por ellos y sus privilegios, a por los medios de producción, distribución y bienestar colectivo.

Como he dicho en la anterior pregunta, considero que es un privilegio poder desarrollar un trabajo acorde con las ideas y objetivos que defendemos, en una profesión caracterizada -con excepciones- por la lógica mercenaria de apoyar la gestión de la patronal y el poder capitalista. Esto no solamente lo digo yo, un “radical”, sino por ejemplo recientemente Juan Francisco Martín Seco en un muy buen libro sobre la sociología de la profesión. Una perspectiva de lucha de clases y contra toda autoridad también debe ser una característica profesional en nuestro ámbito. Esta “manera diferente de entender las relaciones económicas y laborales” no la enseñan en las facultades.

domingo, 20 de mayo de 2012

La teoría de las estructuras sociales de acumulación

Traigo al blog un artículo de Alberto Garzón sobre el enfoque que tiene la Economía Política Radical de los marcos institucionales que fomentan la acumulación de capital y el crecimiento económico en el sistema capitalista.

La teoría de las estructuras sociales de acumulación

Una de las principales aportaciones de los teóricos de la llamada “Escuela Política Radical”, surgida en los años sesenta en Estados Unidos de la mano de autores como D.  Gordon, M.  Reich, T. Weisskopf, R. Edwards y S. Bowles, fue la noción de ‘Estructura Social de Acumulación”. Con ella se pretendía describir los requisitos institucionales que satisfacen en cada momento histórico el proceso de acumulación de capital, punto central del análisis radical.

Esta teoría proporciona elementos de análisis muy interesantes a la hora de estudiar la crisis económica y la dinámica capitalista. Por esta razón traigo al blog algunos puntos fundamentales de dicha explicación, a fin de que el lector interesado pueda tener una idea general del discurso radical y surja la curiosidad para adentrarse en los textos originales (desgraciadamente todos en inglés, pues la penetración de la teoría radical en España es extremadamente reducida).

La reconceptualización de la Estructura Social de Acumulación

Para los teóricos de la ESA las instituciones animan la inversión capitalista y el crecimiento económico, pero eventualmente cesan su contribución al crecimiento económico: o bien el crecimiento desestabiliza las instituciones o bien las instituciones crean barreras para el crecimiento. En ese momento deviene una crisis, entendida como un período de inestabilidad que requiere la reconstrucción institucional para renovar el crecimiento y la estabilidad (Wolfson, 2006).

Los teóricos originales de la ESA determinaron que las instituciones eran necesarias para apoyar el circuito del capital, pero posteriormente afirmaron directamente que la ESA afectaba a la tasa de acumulación (Kotz, 2006). Este último aspecto ha sido desde hace algunos años, sin embargo, motivo de crítica por parte de los economistas radicales, precisamente porque se considera que no hay evidencia para afirmar que el objetivo central que guía la construcción de una estructura institucional sea la tasa de acumulación (Kotz, 2006).

Las nuevas reinterpretaciones teóricas afirman que, en efecto, la promoción de una rápida acumulación en el sistema no es el núcleo de los intereses de los individuos capitalistas, sino que por el contrario sí lo es la expectativa de ser capaz de participar en el circuito del capital y dentro de él de apropiarse de la máxima cantidad de excedente posible, en relación al capital invertido, lo que conduce al capital (Wolfson y Kotz, 2010; Kotz, 2006)

Para los nuevos teóricos de las ESA no hay una tasa de acumulación mínima, y los excedentes pueden tener otros usos además de la acumulación. La alternativa a reinvertir el excedente (algo que dependerá del cálculo de la tasa de beneficio esperada así como de si dicha tasa es aceptablemente alta) es la inversión financiera. Se puede invertir en la esfera financiera esperando condiciones más favorables en el ámbito de la inversión real. Por eso los capitalistas pueden mantener altas tasas de rendimientos (a través de operaciones financieras y especulativas) sin que se invierta en lo productivo y sin que se vean impulsados a cambiar la estructura institucional (Kotz, 2006).

En definitiva, los nuevos teóricos de la ESA consideran que cada ESA apoya al circuito del capital pero puede o no llevar a una rápida acumulación de capital, de tal forma que la relación entre la ESA y el rápido crecimiento económico debe ser abandonada, apostando en su lugar por comprender la ESA como las estructuras institucionales que estabilizan temporalmente las contradicciones del capitalismo, que son las que existen entre capital y trabajo, entre capital y capital, entre trabajo y trabajo en la dimensión internacional (Wolfson y Kotz, 2010; Kotz, 2006).